Las cápsulas de café llegaron al mercado para facilitar la preparación del elixir que nos despierta y bombea energía cada día. Mucho más hoy cuando puedes programar tu cafetera de cápsulas para que tenga lista la taza de café justo cuando vayas por ella.
Si bien es cierto que tiene sus ventajas, como poder preparar tan solo una taza de café, es el método de extracción más rápido. Tampoco necesita limpieza porque las cápsulas son desechables.
Hay una dura discrepancia entre la conservación del sabor y aroma del café. Pues al parecer el material con que están hechas las cápsulas afecta al café que contiene.
También son ciertos los inconvenientes que las cápsulas generan. En especial cuando el mundo del café y los consumidores en general, están haciendo grandes esfuerzos por optimizar los recursos y disminuir la producción de desechos sólidos.
Bien sabemos que gran parte de la industria cafetera apuesta por la producción orgánica. Y defiende los procesos que mantengan lo mejor posible las propiedades que enaltecen su consumo: el sabor, el aroma, el cuerpo.
No todo lo que brilla es oro. Y no todo lo que sea versátil, rápido y fácil es beneficioso en su totalidad.
De mi parte he estado probando diferentes marcas de cápsulas de café y he llegado a una conclusión: hay suficientes razones para NO usar estas cafeteras.
Por eso he dedicado este artículo, por si has pensado pasarte a la comodidad de las monodosis. Son más detalles que debes considerar antes de hacerlo y aquí te expongo tres de ellas.
1. Las cápsulas de café tienen precio más alto
Pese al altísimo costo de las cápsulas, no quiere decir que se trate de un café de especialidad o gourmet. No. Lo que estás pagando es el empaque que contiene apenas entre 5 y 8 gramos de café para tu taza diaria.
Estás pagando más del 300% del precio promedio del café. Por la facilidad de preparar tu café tan solo colocando una monodosis y encendiendo la máquina. ¿Realmente vale la pena?
Yo como amante del café, difiero de esta facilidad.
Y sostengo que el encanto de una buena taza se enfoca en la posibilidad de prepararle con alguno de los diferentes métodos que conozco.
Claro que no todos tenemos las mismas necesidades o punto de vista. Para quien vive a las corridas, la cafetera de cápsulas es una gran solución de tiempo, más no para su bolsillo.
2. El empaque afecta el sabor
Según la opinión de algunos catadores y baristas, el material de fabricación afecta el sabor y aroma del café.
Otro aspecto que varía las propiedades organolépticas, es el proceso de tueste del café para cápsulas. El cual debe tener un tostado fuerte debido al tipo de extracción rápida a la que es sometido.
Si dudas de esta desventaja, te invito a ver aquí un vídeo de degustación a ciegas de cápsulas de café. En el cual Kim Ossenblok conocido como barista Kim, utiliza valoración y términos que demuestran que no son para nada especiales.
Palabras como carbón, moho, goma y plástico no son las más adecuadas para describir un buen café.
3. No son de uso sostenible
Las cápsulas de café están elaboradas por diferentes materiales, tales como aluminio, plástico y residuos orgánicos. Difíciles de separar a la hora de reciclar. Hace realmente mucho más costo el proceso de reutilización de dichos materiales.
Encima se producen y desechan en grandes cantidades. Miles de millones de cápsulas se tiran en hogares, oficinas, centros comerciales.
Algunas marcas y empresas, conscientes del gran problema contaminante que generan las cápsulas han creado estrategias y campañas para su recolección y clasificación. Sin embargo, los niveles de éxito son muy bajos.
En todo caso, la solución debe ser otra que elimine por completo la generación de residuos sólidos.
Por ejemplo, en la ciudad de Hamburgo, calcularon lo que le cuesta al Estado reciclar los desechos de las cápsulas. Y llegaron a la conclusión de que se trataba de un despilfarro de recursos. Prohibiendo el uso de estas cafeteras.
Otras contras de las cápsulas de café
Particularmente, el no tener control sobre la preparación de mi café ya me contraría. El resultado final siempre será el mismo.
Otro aspecto negativo es que cada marca de cafetera tiene su modelo de cápsula. Lo que ha desatado una competencia feroz por la presencia en el mercado. Al igual que los repuestos de mantenimiento de las cafeteras.
Finalmente, pienso que el café fue creado para el bienestar y disfrute de los seres humanos. Y para mantener esa buena vibra, debemos transcender ese efecto al planeta. Por medio de un consumo responsable, sostenible y orgánico de nuestra taza de café.
¿No te parece?
Déjame tu opinión en los comentarios, me encantaría saber tu experiencia para compartirlo aquí y en las redes sociales.
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